La decoración del banquete, inspirada en el jardín del paraíso, ya estaba montada. Las damas de honor ya habían recogido sus zapatos Manolo Blahnik teñidos de verde aguamarina para la ocasión, a 373 euros el par. La tarta nupcial con forma de pavo relleno era un premio de consolación, pues el novio (Kiefer Sutherland) quería servir pavo en la cena pero la novia (Julia Roberts) se había negado. El postre era de color verde aguamarina, a juego con los zapatos de las damas de honor, y el traje de novia de 7.000 euros se podía convertir en minifalda para la fiesta posterior. Pero nadie pasó a recogerlo: tres días antes de la boda Julia Roberts se fugó a Irlanda con el también actor Jason Patric, hasta entonces amigo de Kiefer Sutherland.
[seguir leyendo]
http://elpais.com/elpais/2016/04/13/icon/1460532588_614086.html