Un villano. Una banda de raperos. Conspiraciones farmacéuticas. Una caja fuerte secreta en Marrakech. Hillary Clinton y Donald Trump poniéndose por primera vez de acuerdo en algo. El misterio que rodea el lanzamiento del último disco del grupo Wu-Tang Clan es un fascinante thriller. Entre otras cosas, porque el único ejemplar ha acabado en manos del que, según acuñó la BBC, es el tipo más odiado del mundo, Martin Shkreli, un polémico empresario que compró la patente del fármaco que trata el sida y otras enfermedades y aumentó su precio un 5.000 %: una pastilla costaba 12 euros y ahora llega a los 672 euros. Como colofón, esta historia tiene su parte de frustración: la mayoría de nosotros no estaremos vivos para presenciar cómo se resuelve la intriga, cuyo desenlace no tendrá lugar hasta el año 2103.
[seguir leyendo]
http://elpais.com/elpais/2016/09/26/icon/1474904836_709449.html