Una chica está de pie en un puente. Es casi una adolescente aún, pero su vida ya ha tocado fondo. Su exnovio intenta convencerla de que no salte, pero ella se deja caer. Este final no es ninguna tragedia, sino una broma: la chica estaba haciendo puenting. Colgada del cable, mira hacia arriba, sonríe y le enseña el dedo corazón a su exnovio. Estamos en 1993 y la heroína en cuestión esAlicia Silverstone, a la que bastaron 4 minutos (los que duraba el videoclipCrying de Aerosmith) para convertirse en un icono de la cultura popular y en el mayor símbolo de la década de los noventa.
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