Ningún proyecto importante de Hollywood lo es de verdad hasta que genera alguna polémica. En su plan para reciclar todo su catálogo de clásicos, Disney ha anunciado que Mulántendrá su propia versión en imagen real. Enseguida saltaron los rumores de que, si bien la heroína estaría interpretada por una actriz oriental, al capitán Shang (su superior primero y su novio después) le pondría cara un actor americano. Es habitual que Hollywood utilice estrellas occidentales para interpretar papeles de otras razas, tanto que hasta tiene un nombre (white-washing, lavar en blanco). El temor a que el público rechace una película protagonizada por una persona árabe, japonesa o hindú les lleva a cambiar la raza de sus personajes. En realidad no está demostrado que el público no quiera ver diversidad racial en las películas, porque por prevención nadie le ha dado la opción de decidirlo.
Disney se apresuró a negar este bulo: el novio de Mulán también será oriental. Tras haber abierto por fin sus fronteras al cine americano, China es el segundo mercado para Hollywood actualmente, así que este reparto íntegramente oriental no es ningún riesgo en realidad, sino una apuesta segura. Las redes sociales respiraron tranquilas y se dispusieron a encontrar una nueva polémica con la que indignarse. La maniobra de distracción le salió redonda a Disney, pues consiguieron que nadie se plantease el verdadero agravio que esconde este remake. ¿Por qué Mulán tiene que tener novio?
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