Lleva una década flirteando con el desastre, haciendo equilibrismo sobre la cuerda floja de la parodia, el circo personal y la debacle profesional. Pero Nicolas Cage ha sido un gran actor (con un Oscar, Leaving Las Vegas, 1995) y siempre se espera que vuelva a su mejor momento.
Nicolas Kim Coppola (California, 53 años) resurgió de las cenizas del ostracismo de su clan familiar cuando se rebautizó a sí mismo en honor del superhéroe de Marvel Luke Cage. Y como él, Nicolas tiene poderes mundanos y únicos con los que enfrentarse a los malos (esos que no creen en él). Su carrera se divide en tres episodios muy delimitados por el dinero: cuando no lo tenía, se reveló como el actor más visceral y valiente de su generación; cuando lo consiguió, se lo pasó bomba liderando épicas películas de acción chatarrera; cuando lo perdió todo, dijo que sí literalmente a todos los trabajos que le ofrecían.
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http://elpais.com/elpais/2017/01/26/icon/1485444694_310872.html