Dos hombres se reencuentran tras varios años separados. Judá Ben-Hur y Messala no pueden contener su alegría: se agarran el brazo, se miran fijamente y de arriba abajo con media sonrisa, se rozan las manos al compartir una copa y no pueden evitar reír con nerviosismo. «Después de tantos años, todavía cerca», «sí, en todos los sentidos», «te dije que volvería», «no creí que lo hicieras, estoy tan feliz»…
Son frases que pueden interpretarse como declaraciones de amor. La escena culmina con Ben-Hur y Messala sorbiendo vino de sus cálices con los brazos entrelazados y mirándose intensamente. Según el guionista de la más grande película de romanos jamás filmada, Ben-Hur (William Wyler, 1959), los dos hombres habían sido amantes. Charlton Heston, que interpretó a Judá Ben-Hur, tuvo una reacción furibunda cuando le hablaron de las connotaciones homoeróticas. Todavía hoy, 58 años después del estreno de la película, la interpretaciones son apasionadas y dispares.
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http://elpais.com/elpais/2017/04/10/icon/1491826191_842909.html