Cuando terminas de ver un capítulo en Netflix, arranca una cuenta atrás que te indica que, si no lo impides, el siguiente se reproducirá automáticamente. De este modo, resulta más tentador maratonear una serie (o como se dice ahora, bingewatch) que dosificártela. Este sistema contempla tres posibles escenarios a su favor: que el episodio anterior ha terminado demasiado arriba como para no necesitar ver el siguiente, que te has quedado dormido o que el mando está demasiado lejos y prefieres que el bingewatching siga su curso natural a tener que incorporarte del sofá. Las chicas del cable, la primera serie española producida por Netflix, aporta un cuarto supuesto a este sistema. Los doce segundos de cuenta atrás que hay entre episodio y episodio son el tiempo idóneo para que te lleves la mano al pecho y exclames «oy oy oy oy».