Robert Reed odiaba La tribu de los Brady. Su formación en teatro clásico en Londres le obsesionó con Shakespeare y pasar a la historia como Mike Brady, el padre de Estados Unidos, le provocaría tensiones, ansiedad, infelicidad, furia y soledad, según recuerda Florence Henderson, la actriz que interpretaba a su esposa en telecomedia y que falleció en 2016. Pero esa angustia no solo provenía de su frustración como actor: la fama obligó a Reed a vivir su homosexualidad en secreto por temor a perder su trabajo y a decepcionar a los millones de espectadores que habían decidido que Mike Brady era el estadounidense al que todos deseaban parecerse.
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