Cuando Sean Young (Louisville, Kentucky, 1959) conoció a James Woods(Vernal, Utah, 1947), le dijo: “No te sorprendas si acabas enamorado de mí al final de este rodaje”. Él respondió: “Tendrás suerte si no te asesino”. Pero Impulso sensual (Harold Becker, 1988), un drama sobre un matrimonio adicto a la cocaína estrenado cuando dicha droga todavía era señal de triunfo y de clase social, atrajo más atención mediática por lo que ocurría fuera de cámara. Y no era para menos: la relación, la ruptura y la denuncia por acoso eran mejor película que la que efectivamente rodaron.
[seguir leyendo]
https://elpais.com/elpais/2018/08/23/icon/1535031977_775195.html