El pasado 29 de septiembre San Sebastián casi declaró el estado de sitio durante la visita de Bradley Cooper al festival de cine para presentar Ha nacido una estrella, su debut como director. El actor accedió a posar para las cámaras antes de su rueda de prensa durante 30 segundos, tras los cuales los fotógrafos debían retirarse más atrás de la tercera fila y dejar el pasillo despejado. Solicitó que no le pidiesen autógrafos y, para asegurarse no ya de que nadie se le acercara sino de que nadie siquiera le viese entrar y salir de la sala de prensa, se acordonó toda la planta baja del palacio Kursaal (haciendo imposible, por ejemplo, ir al lavabo durante el rato que el actor estuvo en el edificio). Para la jornada de entrevistas, gran parte de la planta baja del hotel Maria Cristina también fue acordonada.
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https://elpais.com/elpais/2018/10/08/icon/1538991832_084988.html