“Los actores no podemos perder el movimiento, es como si nos amputaran un brazo”, explica Ricardo Darín (Buenos Aires, 1957) mientras el fotógrafo le pide que se quede quieto. Darín sabe de lo que habla: la interpretación es toda la vida que conoce. Ni siquiera recuerda no ser famoso. “Lo que sí recuerdo es la primera vez que una mujer se me quedó mirando. En un omnibús. Tenía 12 años e iba a la televisión con el libreto bajo el brazo. Me acuerdo de esa mirada”.
[seguir leyendo]
https://elpais.com/elpais/2018/10/09/icon/1539105988_691321.html