En 2008, en plena explosión del fenómeno Crepúsculo, le preguntaron a Robert Pattinson cuáles eran sus cinco películas favoritas. Él respondió Ivansxtc, El exorcista, Corky Romano, Alguien voló sobre el nido del cuco y Nombre: Carmen. Las fans de Crepúsculo tuvieron que buscar al menos tres de ellas en Google pero, comparadas con el cine que ha hecho Pattinson desde entonces, esas cinco películas son blockbusters. El actor ha seguido el camino inverso al que dicta el mercado de Hollywood: en vez de empezar con películas pequeñas para acabar liderando superproducciones, ha utilizado su inmensa fama prematura para sacar adelante minúsculas películas de autor. Pero, en contra de lo que puede parecer, Robert Pattinson no se está rebelando. Se está revelando.