Lena Katina solo había besado a un chico antes de besarse, una y otra vez, con Yulia Volkova delante de millones de personas. Juntas llevaron a t.A.T.u.a convertirse en la mayor sensación musical rusa desde Chaikovski: números uno mundiales, censura en la televisión estadounidense, polémica en Eurovisión y una generación de adolescentes extasiada ante el triunfo de su amor contra la adversidad. Pero todo resultó un montaje de un mánager que, tras descubrir en 1999 el éxito de las páginas porno de lesbianas en Internet, se propuso adaptarlo a un producto pop. Lena (Moscú, 1984) y Yulia (Moscú, 1985) ni siquiera eran lesbianas. Y tampoco tomaban decisiones.
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https://elpais.com/elpais/2019/04/11/icon/1554974967_720642.html