Los suecos inventaron la dinamita, el marcapasos y la cremallera. Y cuando ABBA perfeccionó la música pop, recurrió a la misma fórmula que esos tres inventos: explosión, ritmo y sencillez. En 1994, Ace of Base apelarían al formato de ABBA (dos hombres compositores y dos mujeres, una rubia y otra morena, cantantes) hasta llegar al número uno en los cinco continentes, desde Israel hasta Zimbabue o Japón. Y, de repente, en la cima de su éxito, su cantante principal, Linn Berggren, decidió desaparecer y, ante las obligaciones contractuales que se lo impedían, se rebeló desenfocándose. Literalmente. 25 años después, su decisión sigue siendo uno de los mayores misterios del pop y despierta fascinación, excusas y teorías surrealistas.
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https://elpais.com/elpais/2019/05/28/icon/1559039391_039850.html