En los baños de los festivales de música nunca faltan tres cosas: sustancias, hedor y opiniones. Tras el concierto de Rosalía, los baños del pasado Primavera Sound se debatían entre las de “es una diosa” y los decepcionados: “Ha hecho lo mismo que en Coachella”, “qué poco simpática ha estado”, “a mí es que me gustaba más cuando no era un producto de marketing”. Estos chascos son tres gotas del tsunami de la opinión pública contra Rosalía, un fenómeno que ha ido creciendo de forma directamente proporcional a su éxito.
[seguir leyendo]
https://elpais.com/elpais/2019/09/06/icon/1567763443_595274.html