
En julio de 1951, un mensajero descalzo atravesó el Congo corriendo durante tres días para entregar un telegrama en las cataratas Murchison del río Nilo, al noroeste de Uganda. Su destinatario (John Huston, en pleno rodaje de La reina de África) lo leyó y lo guardó en su bolsillo sin inmutarse. “Por Dios, John, ¿qué dice?” preguntó Katharine Hepburn. “Ha sido niña” respondió él. “Se llama Anjelica”.
[seguir leyendo]
https://elpais.com/elpais/2020/07/08/icon/1594193847_389887.html