
Kelly McGillis (California, 1957), una de las grandes estrellas del cine de los ochenta, vive en una cabaña en lo alto de una colina en Hendersonville (Carolina del Norte) y trabaja a tiempo completo en una clínica de rehabilitación ayudando a mujeres con adicciones. Asegura que no la han llamado para la secuela de Top Gun (que la hizo famosa en 1986 y cuya segunda parte se ha retrasado al año que viene debido a la pandemia) porque “estoy vieja y gorda, tengo el aspecto apropiado para una mujer de 62 años; yo ahora me siento a gusto y mi valía no depende de mi belleza”. Pero llegar hasta aquí le costó un camino largo y tortuoso que comenzó hace casi 40 años.
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https://elpais.com/elpais/2020/09/15/icon/1600169065_970433.html