Algo raro está pasando en Hollywood cuando Tom Cruise es el que menos escándalos está dando. Los respectivos divorcios de Johnny Depp y Brad Pitt son feos, muy feos. Están destapando miserias que llevaban años debajo de la alfombra y, lo que es peor, convirtiéndose en culebrones a tiempo real que dan nuevos golpes de efecto casi a diario. La vida puede dar un vuelco radical de un día para otro, y las estrellas no son una excepción. La diferencia es que en su caso el escarnio y la vergüenza son públicos, y corren el riesgo de perseguirles durante el resto de su vida. Brad Pitt (Oklahoma, 52 años) se enfrenta al segundo asalto de su vida con muchos asuntos pendientes y demasiadas preocupaciones en su cabeza. Recapitulemos.
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http://elpais.com/elpais/2016/10/05/icon/1475683889_141945.html