«¿Que la vida es decepcionante? ¡Olvídelo! Aquí, la vida es hermosa». Esta letra de Cabaret fue la doctrina de la ceremonia de entrega de los premios Oscar. Todo giró en torno al poder del cine para hacernos soñar. El compositor de La La Landconoció al director, Damien Chazelle, cuando compartían habitación en la universidad. Ahora tiene dos Oscars.
Javier Bardem se emocionó con Los puentes de Madison en un cine de Madrid en 1995 y ahora presenta Oscars del brazo de Meryl Streep. El montador de sonido Kevin O’Connell ha tardado 21 nominaciones en subir al escenario. Puede que en el mundo real esté cayendo un chaparrón, pero el sol ha salido (una y otra vez) en el Dolby Theater de Los Ángeles. Y media España, entre cabezadas, ha compartido la fábula en redes sociales. Estas han sido las melodías más pegadizas de la noche.
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