Todo hombre aspira a ser Ralph Fiennes pero, en esta vida, a veces uno tiene que ser Joseph. La cultura popular le ha etiquetado como «el otro Fiennes», aunque él parece cómodo en su propia piel y en la de cada nuevo hombre que interpreta. “De pequeño cambiaba constantemente de colegio, así que siempre podía ser alguien distinto”, recuerda pausando antes de cada palabra, sin prisa por llegar a una conclusión. Hoy es el malo de El cuento de la criada (HBO), una distopía que retrata un sistema uberpatriarcal donde las pocas mujeres fértiles que quedan en el planeta son convertidas en vehículos reproductivos. “El miedo puede ser un componente de la política o un resultado de ella. Las administraciones utilizan el miedo a la economía, el miedo a la inmigración u otros miedos clásicos. El temor definitivo es que las autoridades te convenzan de hacer cosas atroces”.
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https://elpais.com/elpais/2017/08/08/icon/1502182297_014762.html